miércoles, 23 de noviembre de 2011

El directivo twitter

A propósito de Gonzalo Alonso

Empiezo a escribir este post mientras espero en el aeropuerto la llegada de Gonzalo Alonso, la víspera del congreso de Escuelas Católicas. Gonzalo es famoso por haber sido directivo de Google, empresa que pasa por ser el modelo del directivo del futuro. Lo que pasa es que en Google hablar de futuro es hablar de presente.
Ahora que triunfa la película “Cómo acabar con tu jefe”, quiero hablar del “jefe twitter”, frente al “jefe cavernícola”, el “nuevo jefe”, frente al “jefe viejo”. Por eso, a este nuevo jefe le he llamado “el directivo twitter”. Donde twitter no me interesa de forma literal, sino como metáfora.
Cómo es el jefe twitter: es el que hablando 1 vez, con 140 caracteres, es capaz de generar 14 conversaciones, que provocan la participación de 140 personas. En la empresa inteligente, el jefe nuevo es el que hablando poco, hace hablar mucho.
Esta es la matemática del jefe inteligente. Una matemática basada en la horizontalidad, donde las estructuras se simplifican en aras de quién tiene las ideas, no de quién tiene los cargos. Aquí es donde entran las dos principales intuiciones de Gonzalo Alonso en su libro “La revolución horizontal”: La primera, es que las organizaciones inteligentes cada vez son más horizontales. La segunda, es que la forma más inteligente de crear trama en una organización es hacerlo desde una trama semántica.
No se puede entender la revolución horizontal sin la revolución semántica. Pedir la participación sin un porqué es un sinsentido. Como lo es elaborar el sentido de una organización sin la participación.
Los modos de organización verticales están dando paso a modelos de liberazgo, de gobierno, de trabajo y de toma de decisiones, de tipo horizontal, participativo y colaborativo, como mejor forma de fortalecer la identidad e implicación institucional.
¿Qué hace el líder "twitter"? El líder twitter es ultrarrápido, breve, ágil, valiente, asertivo. Nunca actúa solo, nunca decide solo, sino con toda su red de contactos, lo hace con extrema rapidez. Sabe que una buena decisión, tomada tarde se convierte en una nefasta decisión. Su capacidad de reflexión, muy superior a la del jefe reflexivo y ensimismado, se alimenta de su capacidad multiperspecivista, de su agudeza en la mirada, de su sensibilidad para la aceptación empatía de los demás. Su neurona es superior porque funciona como una macroneurona colectiva, siendo su objetivo la sincronía, con decisiones que se toman al mismo tiempo en que surge la noticia.
El jefe inteligente construye organizaciones inteligentes mediante un método: el cooperativo. Este es el método que nos está permitiendo que congregaciones grandes y pequeñas, con muchos o muchísimos colegios, elaboren proyectos con estructuras horizontales, que consiguen sentido de pertenencia mediante la participación, que toman conciencia compartiendo, que fortalecen la institucional debilitando los cargos y estructuras. Este fin de semana he empezado el proceso de elaboración del PEI (Proyecto Educativo Institucional) con las Religiosas de María Inmaculada. Si no hubiésemos empleado un método colaborativo, lo que hemos hecho en tres días hubiésemos tardado tres semanas en terminarlo.
La experiencia con el PEI me lleva a concluir que la revolución semántica-horizontal no es una utopía. Ya está teniendo lugar en nuestras propias organizaciones.
Nos vemos por twitter y por nuestros blogs para seguir conversando sobre los grandes cambios twitter, matemáticos, ergonómicos, arquitectónicos, metafísicos, gramaticales, retóricos y poéticos en nuestros directivos y organizaciones.
José María Bautista

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